domingo, 27 de noviembre de 2011

Colombia de luto ante el asesinato de policías y militares secuestrados por las FARC




Por la tarde o por la noche muchos de nosotros nos dimos cuenta tardíamente que la guerra continuaba y no estaba cerca de que terminara. Cuatro miembros de las fuerzas armadas secuestrados por las Farc fueron asesinados en un enfrentamiento de la guerrilla con el ejército en las selvas de Cáqueta. El coronel de la policía Edgar Yesid Duarte, el mayor de la policía Elkin Hernández Rivás, el intendente de la policía Álvaro Moreno, y el sargento José Libio Martínez, con más de 13 años de secuestro, fueron fusilados en la espalda o en nuca con tiros de gracia. Solo el sargento de la policía Luis Alberto Erazo logró escapar. Los cadáveres fueron encontrados con cadenas. Aunque no se sabe todavía si se trató de un rescate militar o de un encuentro furtivo, la sevicia de los guerrilleros demuestra que la guerra continua de una manera brutal.

Colombianas y Colombianos por la paz han pedido junto con algunos familiares de las víctimas a través de marchas, cartas, comunicados que se realice un Acuerdo Humanitario. En los gobiernos de Uribe y lo que va de Santos no se ha cedido a está propuesta ya que se le considera un chantaje intercambiar secuestrados por guerrilleros detenidos o extraditados que volverán a delinquir. De otra parte se dice que si se accede al acuerdo los secuestros políticos y los económicos continuarán ya que la guerrilla encontrará que dicho delito atroz es un efectivo elemento de presión.

Utilizar el secuestro como chantaje y como arma de guerra resuelta en la práctica ser un caso difícil y complejo de resolver desde lo jurídico, lo político y lo moral. ¿Acceder o no acceder al chantaje del terrorismo? ¿Se deben utilizar los Convenios de Ginebra y dar lugar a la aplicación del DIH? ¿Se debe continuar con los rescates armados o dar paso a una especie de diálogo sobre la guerra? Como familiar o como amigo de un secuestrado de las Farc se piensa que el Acuerdo es la salida. Para algunos ciudadanos indignados se dice que no hay otra salida que los rescates militares. Habrá una tercera vía el de empezar a dialogar sobre el fin de la guerra. La reciente comunicación de ETA de dejar las armas unilateralmente tiene que ser vista como una prueba de que las cosas pueden cambiar. Ni el recientemente abatido Alfonso Cano ni alias Timochenko parecen que estarían dispuestos a dialogar si no se dan condiciones. Sin embargo, lo que presenciamos es que el enfrentamiento armado continua y se vuelve más atroz. La sociedad civil, nosotros, estamos cada vez menos involucrados en lo que pasa. Nos indignamos y nos entristecemos cuando toca, y nos dejamos mover por las emociones muchas veces mediatizadas a través de crónicas televisivas y verdades a medias. Una marcha por la paz, una marcha del silencio, una protesta conjunta parece no tomar fuerza suficiente porque se habla de una polarización y politización de las manifestaciones. El silencio parece ser nuestro único cómplice porque cualquier opinión puede generar acalorados debates. Sin embargo, nos duele Colombia a todos cuando esto pasa aunque no podamos encontrar una respuesta definitiva para decir qué hacer. Esto impotencia, sin embargo, no puede generar que nos quedemos sin pensar en las propuestas y las salidas. Por ahora solo la frase de que salgamos pronto de la barbarie como comienzo debe ser un lema de todos.

Recientemente la Universidad del Rosario publicó el libro de Ana Katerine Heyck Puyana titulado "Derecho Internacional, Acuerdo Humanitario y Solución Pacífica del Secuestro".

Aunque el texto de Heyck propone como salida el Acuerdo Humanitario, comparándolo con los casos de Israel, se debe pensar que si esta es la salida, se debe buscar fórmulas para que los guerrilleros liberados no vuelvan a delinquir y también pensar en que las liberaciones pueden dar camino para la búsqueda de la paz definitiva a través del diálogo. El secuestro no debe ser utilizado como un chantaje ni como una arma de guerra. Para los que están lejos pueden leer algunas de las propuestas de Ana Katerine Heyck en formato de tesis doctoral aquí.


¿Cómo asegurar la independencia del Fiscal de la Corte Penal Internacional?


Desde la expedición del Tratado de Roma en 1998 la Corte Penal Internacional se ha convertido en uno de los órganos más importantes para llevar a cabo la llamada jurisdicción universal. Los estados partes están obligados a que la Corte Penal Internacional (CPI) o el Tribunal Penal Internacional juzgue a sus ciudadanos que han cometido crímenes contra la humanidad, como el genocidio, crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad. Hay que resaltar que las potestades de investigación no son autónomas del todo ya que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas otorga las potestades de investigación de la Corte. Por otra parte hay que resaltar, sin embargo, que algunos de los países más importantes como Estados Unidos, Rusia, India, Israel, Cuba, Irak y China no hacen parte del Tratado de Roma y por esta razón la idea de crear una primera Corte Penal de carácter global - universal en sentido lato - no se pudo llevar a cabo. Incluso en el año 2002 los Estados Unidos aprobaron una ley que impide que sus funcionarios que estén en el extranjero puedan ser juzgados ante la Corte.

Dentro de los órganos más importantes de la Corte se encuentra el Fiscal (Prosecutor) de la Corte Penal Internacional que en la actualidad y hasta el 2012 ocupa Luis Moreno - Ocampo que ha conducido investigaciones en contra de criminales de Uganda, República Popular del Congo, Sudan, la República Central de África y recientemente contra los hijos de Gadaffi en Libia.

El pasado 11 de noviembre en New York University (NYU) se llevó a cabo un coloquio sobre cómo asegurar la independencia del Fiscal General de la Corte Penal Internacional. Moreno Ocampo cree que hay tres elementos necesarios para la independencia del Fiscal General y habla de tener apoyo (staff), control y vigilancia (oversight) y presupuesto (budget). La presentación del Fiscal fue realizada por José Enrique Álvarez profesor de derecho internacional de la NYU. Participan también en el debate Héctor Olásolo profesor de Derecho Penal Internacional en la Universidad de Ultrecht y Christian Wenaweser embajador de Liechenstein ante Naciones Unidas. Abajo el video aquí la información de la Conferencia. Aquí la página de la Corte Penal Internacional en francés en inglés. El coloquio dura aproximadamente una hora y cuarenta minutos. Tener un poquito de tiempo para oírlo todo. Importante ante el cambio de Fiscal el próximo año para ver las inquietudes del actual Fiscal.