lunes, 14 de septiembre de 2009

Relatos breves de Buenos Aires... 3. Una Carta para Magda



Una Carta para Magda (Buenos Aires 20 de septiembre de 2006)


Hola Magda te cuento que Buenos Aires es una ciudad, con muchas cosas lindas, sobretodo porque me recuerda mucho Madrid. Tenía razón Alfonso cuando decía que era mejor recular aquí que ponerse a cruzar el charco y pagar más caro. La arquitectura, los bares, los restaurantes, y aún mejor, es aquella Madrid de hace algún tiempo, por lo menos del 98, en donde se manejaba la peseta, se podía fumar tranquilamente, y aún más aquí la gente es más amable.

Te mando después algunos relatos que hice a lo largo de estos días, te cuento que estoy en un encuentro conmigo mismo, observando y aprendiendo cada detalle para poderte contar ahora desde esta carta. Ayer quede de encontrarme con un amigo bonarense de los tiempos del doctorado, se trata de Santiago de Luca, un amigo de Rafa y mío que solíamos jugar al fútbol los sábados, los dos nos colocábamos a la defensiva, Santiago para ser argentino no jugaba bien, yo siendo colombiano tampoco era de mostrar, me acuerdo que me dejaron de invitar después de haberle pegado un patadón muy fuerte a Rubio que lo dejo en muletas por un par de meses.

Ayer por la tarde me entraron los nervios por el reencuentro, siempre sucede después de un largo tiempo, cómo me encontrarán, más gordo, más viejo, más decadente… Así que de regreso al hostal, me entraron ganas de comprarme una pinta. Sin embargo, también me sentía mechudo, te acuerdas que llevaba los rulos como Piero el cantante argentino, así que pregunte una peluquería en este barrio bohemio parecido a Huertas que se llama San Telmo. Me dijeron que ya a las siete habría pocas peluquerías abiertas pero que preguntará doblando la esquina, en la ventana del lugar indicado, se encontraba un señor mayor afeitándose, y deduje que era el peluquero, ya estaba cerrado pero golpee en la ventana y me abrió atentamente preguntándome qué quería, seguramente se le abrieron los ojos y las ganas cuando le indique que quería hacerme un corte de pelo, inmediatamente abrió el lugar y me invito a sentarme en una vieja silla de peluquero, recordé lo que decía el letrero del establecimiento “peluquería para niños, jóvenes y jubilados”… Trague saliva porque en el primer tijeretazo cayo un pelambre de 10 centímetros y espere lo peor, solo tuve valor para decir “solo despúnteme”... y este hombre empezó a decirme que tranquilo que solo me iba a darle forma al corte, prendió un televisor a blanco y negro y empezó a cortar, y los rizos caían en mi batica de cliente… no tenía las gafas puestas pero ya después de quince minutos de esquilar me las puse, bueno no quede tan mal, como soldadito… necesitaba un cambio, me hizo finalmente el corte argentino que más esperaba.

El corte me hizo sentir menos pesado y decidí ir a unas de las tiendas del lugar a comprar ropa… una camisa de fiesta, una chaqueta de pana y fiesta y ya esta listo para irme donde Santiago, ya no estaba tan descuidado, pensé…

Tome el autobús 29, que aquí les llaman colectivos, alrededor de las 9:00 p.m. Santiago vive en Alto Palermo, con Paz su mujer y sus dos hijitos: Alejandro (nacido en los tiempos en que Santiago vivía en Madrid) y Florencia, que nombre de niña más argentino. Se me hace una dicha poder desplazarme fácilmente en transporte público, bueno y barato, no se siente inseguridad alguna, todavía no veo que se suban a vender dulces o esferos…

Llego a la casa de Santiago y me recibí con un gran abrazo, se ve más joven, más flaco, y él me dice que me veo bien, pero no sé… me siento con algunos quilitos de más, pero el che me dice.: “Boludo te ves más magro estas fenómeno”. Paso a su apartamento que queda en el quinto piso, es pequeño, pero se nota la alegría de tener una familia que lo adora.

Me recibe Paz me saluda, ella tiene pinta de mamá y sigue siendo bonita, luego me invitan a conocer el cuarto de los niños, y allí me encuentro con el bebé madrileño hecho y derecho, de cinco años con la camiseta del Boca, dando saltos en la cama, también Florencia, quien esta contenta de recibir visita, ella tiene rulitos y es una ternura… Los mandan a dormir según “lo pactado” y comienzan a lloriquear. Claro la visita para un niño significa mostrarle los juguetes, abrir el mundo conocer y jugar… a dormir dice Santiago que mañana van a estar hechos unos chanchos… después de un largo lloriqueo y pataleo por parte de Florencia, los niños se duermen, los dos duermen en un solo cuarto, la cama de Alejo tiene una especie de cajón de donde sale otra camita y allí duerme Florencia…

Les traigo una botella de vino, yo se nada de ellos pero por el precio supongo que no esta tan mal. Santiago me cuenta de su vida… trabaja como auxiliar de un juez penal en la ciudad de Buenos Aires, maneja casos de extradición y delitos comunes. Santiago se doctoró antes que yo en la Rey Juan Carlos con una tesis sobre Mercosur. Me cuenta que quisiera enseñar pero que en Argentina hay que tener conexiones o enchufe para eso. Santi salio de la UBA, Universidad de Buenos Aires, y allí te nombran a dedo, dependiendo quien te recomiende. Paz me cuenta que después de volver de Madrid a ella le toco volver a empezar su carrera de psicología, y que ya la va terminando.

Santiago, Paz y Alejandro llegaron en el año 2002 poco antes del corralito, me contaron lo vivido y me dicen que ha habido muchos cambios, que han sido tiempos difíciles pero que van tirando. Contaron con suerte según me contó Santi, resulta que ellos tenían algún dinero ahorrado en dólares que trajeron de vuelta de Madrid, al llegar les dijeron en los bancos que tenían un interés del 19%, en Madrid estaba en el 3% en aquella misma época, mientras Santiago y Paz pensaban qué hacer se vino, “el corralito” ¿Te acuerdas? El peso argentino estaba a la par del dólar y de un momento a otro se decreto una inflación del 300%, así que un dólar quedo costando tres pesos, fortunas y ahorros se perdieron enseguida, todavía no se sabe cómo pudieron resistir aquella crisis. El orgullo y la soberbia argentina supongo…

Si Santiago hubiera invertido esa plata en el banco la hubiera perdido, como no lo hizo pudo comprar un apartamento que costaba tres veces menos de lo que había presupuestado, son cuestiones de Dios dijo…Gracias a eso podemos tener este Departamento y tener bien a los chicos…

Tomamos algunos vinos y luego pasamos a la mesa, me esperaba otra vez carne, pero esta vez al horno, Santiago se había pasado toda la tarde cocinando para mí, me dijo: sábes no tiene ningún condimento, un poquito de albahaca, pero el secreto esta en que tienes que hornearla muy despacio, a fuego lento, y así te queda rica. Lo cierto, es que es la mejor carne que me he comido en mi vida, una carne horneada, jugosa y de un sabor increíble, acompañada de verduras, los argentinos comen para mí gusto, muy sano, y poco salado… le eche un poco de sal y luego de terminar, pedí repetir, no me iba a perder semejante exquisitez. Paz me contó un poco de su vida, me dijo que desafortunamente lo de la dictadura y los desaparecidos y las atrocidades cometidas por los militares se encuentra todavía en cada discusión que realizan en la Universidad, me dice, siempre terminamos hablando de las madres de Plaza de Mayo, se encuentra en el subconsciente colectivo, y es un trauma que aún no perdonamos ni olvidamos, sabrá ella que es psicóloga…

Me preguntan de cómo esta Colombia, yo les cuento que veo todo muy narcotizado, creo que el Gobierno de Uribe ha sido del todo complaciente con el negocio de la droga, y los narcos y su cultura se encuentran, aunque aparentemente menos vistosos. por doquier, silicona, camionetas burbujas, derroche, prepagos, y el dinero fácil, no se si muchas de las construcciones del barrio Rosales, que actualmente están en boom, son producto de dineros de la mafia… El país esta aparentemente mejor económicamente pero no se ve por ningún lado de qué industria sale la plata… Pasan cosas raras con el ejército, el DAS, y aunque han extraditado a narcos, no existen nuevos nombres ni detenciones… qué le vamos a hacer, qué podemos hacer… Les cuento que el sentimiento de inseguridad es mayor en Bogotá que en Buenos Aires, aunque ellos me cuentan que no me lo crea, hacía poco habían atracado a mano armada al chino de la esquina. Paz me dice que hasta hace muy poco se dieron cuenta que tenían gente pobre y gente muriendo de hambre, nos encontrábamos en la cultura de la paridad, en donde podíamos comprar los mismos computadores que los yanquis, las zapatillas Niké, de un momento a otro, estábamos dos pesos menos que ellos… Un profesor gana al mes quinientos dólares, ahora vienen brasileros, colombianos y de todas partes a hacer compras, mientras nosotros con nuestro poder adquisitivo no podemos sino sobrevivir, todo se nos hace carísimo. Miro mi chaqueta recién comprada para no quedar tan mal en la visita y me siento mal por mi derroche.

De último sirven el exquisito dulce de leche que me sabe a gloria sobretodo cocinado por Paz con sabor casero… tomamos café, ellos me dicen que sienten un poco de vergüenza por el mal café argentino, la verdad es que si pero no se los confieso, me dijeron: para ti tuvimos que conseguir uno brasilero… Conversamos un poco sobre libros, Santiago ya le publicaron el suyo y me regala un ejemplar, les agradezco la hospitalidad, y sobretodo el poder hablar con ellos y compartir sus problemas y sus inquietudes, al fin y al cabo somos animales sociales y no podemos vivir aislados, agradezco sobretodo su cariño…

Gonzalo

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