Por: Mariana Jaramillo Fonseca*
También va a seguir negando que su primera reelección fue comprada haciendo caso omiso de la confesión de Yidis que se acogió a sentencia anticipada. Uribe pretende volver
Tal vez es eso lo que más asusta: la ceguera política de la gente de este país. La falta de una sociedad civil que se movilice para hacer frente a esta cochinada política que lleva meses. (En realidad años)
El cinismo no sólo del presidente sino de sus ministros provoca que esa actitud se extienda en otros casos. La gente cree entonces que el fin justifica los medios y en esa medida, todo lo que haya que hacer para lograr la reelección será válido porque con eso se conseguirá el objetivo.
Yo me pregunto, ¿qué piensan los del congreso que están limpios?, ¿no hay congresistas honestos y por eso ese silencio?, ¿no quieren arriesgarse y por eso quieren hundir más al país quitándole la posibilidad de ser representado aunque sea en realidad solo ficción? Deja mucho que desear el silencio de los congresistas que aun están ahí. Su silencio los vuelve tácitamente cómplices: "El que calla otorga" dice el viejo y conocido refrán.
También deja mucho que pensar, el letargo de la sociedad civil que no se moviliza por algo tan grave como tener un congreso en la cárcel inhábil para legislar. Pero lo peor, es tener un gobierno que descaradamente pretende pasar por alto la alianza entre grupos ilegales y políticos y en vez de castigarla, quiere legitimarla y darle privilegios. No hay derecho, esto es el colmo.
El panorama que veo es muy poco alentador. Todo parece indicar que este señor se va a quedar y no va a haber forma de que se vaya, pues la oposición no es suficientemente sólida, les falta. Es triste y provoca mucha impotencia sentir que hay poco que hacer. Sin embargo, espero que los opositores se pongan las pilas y logren que la reforma salga adelante.
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Psicóloga Pontificia Universidad Javeriana
Magister Literatura Hispanoamericana
Instituto Caro y Cuervo