viernes, 6 de junio de 2008

Columna de Mariana Jaramillo

TRISTEMENTE LA REELECCIÓN ES UN HECHO: EL CINISMO DEL PAISA


Por: Mariana Jaramillo Fonseca*

Para tristeza de muchos todo parece indicar que este señor se amañó en la Casa de Nariño. Se quiere quedar con el poder y para ello va a negar la reforma política conservando así sus mayorías corruptas en el congreso.

También va a seguir negando que su primera reelección fue comprada haciendo caso omiso de la confesión de Yidis que se acogió a sentencia anticipada. Uribe pretende volver la Constitución del 91 - uno de los orgullos, nacionales por estar llena de derechos y garantías - su cuaderno de notas en donde quiere hacer las planas que a él le parecen. Con cinismo, este patrón de finca paisa pretende que la gente apoye su proyecto reeleccionista para el que tiene a miles recogiendo firmas en las esquinas. Pero lo peor no son sus pretensiones. Lo peor es que hay gente, y mucha, dispuesta a apoyarlo, a negar sus equivocaciones y permitirle más noches en la Casa de Nariño.

Tal vez es eso lo que más asusta: la ceguera política de la gente de este país. La falta de una sociedad civil que se movilice para hacer frente a esta cochinada política que lleva meses. (En realidad años)

El cinismo no sólo del presidente sino de sus ministros provoca que esa actitud se extienda en otros casos. La gente cree entonces que el fin justifica los medios y en esa medida, todo lo que haya que hacer para lograr la reelección será válido porque con eso se conseguirá el objetivo.

Yo me pregunto, ¿qué piensan los del congreso que están limpios?, ¿no hay congresistas honestos y por eso ese silencio?, ¿no quieren arriesgarse y por eso quieren hundir más al país quitándole la posibilidad de ser representado aunque sea en realidad solo ficción? Deja mucho que desear el silencio de los congresistas que aun están ahí. Su silencio los vuelve tácitamente cómplices: "El que calla otorga" dice el viejo y conocido refrán.

También deja mucho que pensar, el letargo de la sociedad civil que no se moviliza por algo tan grave como tener un congreso en la cárcel inhábil para legislar. Pero lo peor, es tener un gobierno que descaradamente pretende pasar por alto la alianza entre grupos ilegales y políticos y en vez de castigarla, quiere legitimarla y darle privilegios. No hay derecho, esto es el colmo.

El panorama que veo es muy poco alentador. Todo parece indicar que este señor se va a quedar y no va a haber forma de que se vaya, pues la oposición no es suficientemente sólida, les falta. Es triste y provoca mucha impotencia sentir que hay poco que hacer. Sin embargo, espero que los opositores se pongan las pilas y logren que la reforma salga adelante.

(*)
Psicóloga Pontificia Universidad Javeriana
Magister Literatura Hispanoamericana
Instituto Caro y Cuervo