"Entre alemanes se comprende en seguida si digo que la filosofía está corrompida por la sangre del teólogo. El pastor protestante es el abuelo de la filosofía alemana y el protestantismo mismo es su pecatum originale [pecado original]. Definición del protestantismo: la hemiplejía del cristianismo y la razón... Basta pronunciar las palabras "Seminario de Tubinga" para comprender qué cosa es, en definitiva, la filosofía alemana: una teología ladina ...
El suabo es el mentiroso número uno en Alemania; miente con todo el candor... ¿Cuál es la causa del regocijo que el advenimiento de Kant provocó en el mundo de los eruditos alemanes, cuyas tres cuartas partes se componen de hijos de pastores y maestros? ¿Cuál es la causa de la convicción alemana, que todavía halla eco, de que a partir de Kant las cosas andan mejor?
El instinto de teólogo agazapado en el erudito alemán adivinó lo que volvía a ser posible... Estaba abierto un camino por donde retornar subrepticiamente al antiguo ideal; el concepto "mundo verdadero" y el concepto de la moral como esencia del mundo (¡los dos errores más perniciosos que existen!), gracias a un escepticismo listo y ladino volvían a ser, ya que no demostrables, si irrefutables... La razón, el derecho de la razón, había decretado Kant, no alcanza tan lejos... Se había hecho de la realidad una "apariencia" se había hecho de un mundo enteramente ficticio, el del Ser, la realidad.... El éxito de Kant no es más que el éxito de un teólogo; Kant, como Lutero, como Leibniz, fue una cortapisa más de la probidad alemana, demasiada floja de suyo" (Subrayado nuestro, pp. 42 y 43)".
Y continua la critica de Nietzsche a Kant en el Capítulo XI cuando señala que,
"Diré aún una palabra más contra el moralista Kant. Toda virtud debe ser la propia invención de uno, la íntima defensa y necesidad de uno: en cualquier sentido solo es un peligro. Lo que no está condicionado por nuestra vida; la perjudica cualquier virtud practicada nada más que por respeto al concepto "virtud", como lo postulaba Kant, es perjudicial. La "virtud", el "deber", el "bien en sí", el bien impersonal y universal; todo esto son quimeras en las que se expresa la decadencia, la debilidad última de la vida, lo chinesco* a la königsberguiana. Las más fundamentales leyes de conservación y crecimiento prescriben justamente lo contrario: que cada cual debe inventarse su propia virtud, su propio imperativo categórico. Un pueblo sucumbe si confunde su específico deber con el deber en sí. Nada arruina de manera tan profunda e íntima cualquier deber "impersonal", cualquier sacrificio en aras del Moloch de la abstracción. ¡Cómo no se sintió el imperativo categórico de Kant como un peligro mortal! .... ¡El instinto de teológo llevó a cabo su defensa! Un acto impuesto para el instinto de la vida tiene en el placer que genera la prueba de que es un acto justo; sin embargo, ese nihilista de entrañas cristiano - dogmáticas entendía el placer como objeción...
¿Qué arruina tan rápidamente como trabajar, pensar y sentir sin que medie una necesidad interior, una vocación hondamente personal, un placer?, ¿como autómata del "deber"? Tal cosa es nada menos que la receta para la décadence, hasta para la idiotez... Kant se convierte en un idiota. ¡Y fue el contemporáneo de Goethe! ¡Esta araña fatal ha sido, y sigue siendo, considerada como el filósofo alemán!... Me cuido mucho de decir lo que pienso de los alemanes... ¿No interpretó Kant la Revolución francesa como el paso de la forma inorgánica del Estado a la forma orgánica? ¿No se preguntó él si había un acontecimiento que no podía explicarse más que por una predisposición moral de la humanidad, así que quedaba demostrada de una vez para todas la "tendencia de la humanidad al bien'", ¿y no se dio esta respuesta: "este acontecimiento es la Revolución"? El instinto equivocado en todas las cosas, la antinaturalidad como instinto, la décadence alemana como filosofía: ¡he aquí a Kant! (Subrayados nuestros, pp. 44 a 45).
Finalmente en el capítulo 12 sigue la critica de Nietzsche a Kant con un tono patriarcal estableciendo que,
"Abstracción hecho de algunos escépticos que representan el tipo decente de la filosofía, el resto desconoce las exigencias elementales de la probidad intelectual. Todos esos grandes idealistas y portentosos se comportan como las mujeres: toman los 'sentimientos sublimes' por argumentos, el 'pecho expandido' por un fuelle de la divinidad y la convicción por el criterio de la verdad.
Por último, Kant, con candor 'alemán', trató de dar esta forma de la corrupción, a esta falta de conciencia intelectual, un carácter científico mediante el concepto 'razón práctica'; inventó expresamente una razón para el caso en que no se debía obedecer a la razón, o sea cuando ordenaba el precepto moral, el sublime imperativo del "tú debes".
Considerando que en casi todos los pueblos el filósofo no es sino la evolución ulterior del tipo sacerdotal, no sorprende este legado del sacerdote, la falsificación ante sí mismo: quien tiene que cumplir santas tareas, por ejemplo la de perfeccionar, salvar, redimir a los hombres; quien lleva en si la divinidad y es el portavoz de imperativos superiores, en virtud de tal misión se halla el margen de toda valoración exclusivamente racional; ¡él mismo está santificado por semejante tarea, él mismo es el exponente de un orden superior!... ¡Qué le importa al sacerdote la ciencia! ¡Él está por encima de esto! ¡Y hasta ahora ha dominado el sacerdote! ¡Él determinaba los conceptos 'verdadero' y 'falso'!"
Como se puede notar en esta último capítulo, la critica mordaz de Nietzsche a Kant parte de que este trate de volver a la moral una ciencia. El error de confundir lo ontológico con lo deontológico o el confundir el "ser" con el "deber ser" como establecería Hume en su falacia naturalista.
Cuando Nietzsche indica que Kant, como filósofo, no deja de ser un sacerdote, se refiere a su intento de volver científico su teoría práctica del deber ser. Y no sólo eso, sino también el de establecer que este deber ser parte de una supuesta razón práctica, al afirmar que se tiene que volver universalizable este imperativo porque sería razonable. Nietzsche más escéptico, y como haría luego Kelsen también en la critica que le hace a Kant a su imperativo categórico en ¿Qué es la justicia? (What is Justice? ) de 1957, también establecería que tratar de volver general o absoluto el deber ser o la idea de la moral resultaría incorrecto. Por ejemplo en lo que respecta al imperativo categórico de que se debe actuar según la máxima de que la conducta pueda llegar a ser universalizable, daría lugar a posiciones éticas que se corresponden con una moral social que muchas veces puede llegar a ser considerada como incorrecta. Por ejemplo en un momento histórico se consideró moralmente aceptable por la moral social de la época la esclavitud o el rol de la mujer como dependiente del hombre.
Nietzsche como Kelsen dudarían de la formulación hecha por Kant en su critica de la razón práctica y se irían por un camino parecido en afirmar que la única moral que se puede llegar a racionalizar es la moral individual, ya que no puede haber una idea absoluta de la justicia sino relativa. Para Kelsen esa idea se funda en aquella forma en donde pueda florecer la ciencia, y por consecuencia la verdad y la sinceridad, pero también la democracia y la tolerancia.
En cambio para Nietzsche toda idea de justicia, ética o moral debe ser desechada porque no es más que una categoría maniquea que es utilizada por sacerdotes y filósofos para embaucar a las personas en creencias metafísicas. Por esta razón Nietzsche no establecería como Kant una fórmula acabada del "deber ser racional", pero si propone en su obra una práctica de deber: la idea de que el actuar del ser humano no debe depender de creencias en ultramundos o en cielos y en infiernos que pueden limitar al hombre en toda su potencialidad vital.
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* Lo chinesco es utilizado de manera peyorativa, y significa algo mediocre. Nietzsche llama constantemente a Kant el "chino" de Königsberg, donde nació y vivió Kant, para referirse a su mediocridad. Dice Elena Calvo, "Nietzsche usa de ver en cuando la palabra "chino" y "chinerías" para decir "mediocre" y "mediocridades", respectivamente, puesto que, en general consideraba a las culturales orientales como mediocres. En Voluntad de Poder llama a la moral china: la expresión de la regresión fisiológica. Fuente: Palmquist Steve, How "chinese" was Kant"?. Ver: Elena Calvo, "La crítica de la moral kantiana desde Nietzsche", en: Revista Espiga, Año 10, No 22, julio a diciembre de 2011, pie de página 1, página 2.
Bibliografía:
Referencias tomadas de: Friedrich Nietzsche, El Anticristo. Maldición sobre el cristianismo, Madrid, Edaf, 2024.
Para ampliar sobre el tema:
Elena Calvo, "La crítica de la moral kantiana desde Nietzsche", en: Revista Espiga, Año 10, No 22, julio a diciembre de 2011, pp. 1 a 9.
Jorge Iván Cruz, "Observaciones criticas de Nietzsche al pensamiento kantiano", en: Discusiones Filosóficas, Vol. 10, No 14, enero a junio de 2009, pp. 75 a 95.
Andrea Díaz, "Nietzsche (1884 - 1900) vs Kant ( 1724 - 1804)"