domingo, 16 de marzo de 2008

Concierto paz sin fronteras

Hoy en Colombia se vivio un domingo especial por el concierto planteado por Juanes denominado: "Paz sin fronteras" con la participación de Carlos Vives (Colombia), Juan Fernando Velasco (Ecuador), Alejandro Sanz (España), Juan Luis Guerra (República Dominicana), Miguel Bosé (España), Ricardo Montaner (Venezuela) y Juanes (Colombia) en el puente Simón Bolívar, frontera entre Colombia y Venezuela. Aquí el video de la parte final del concierto con Juanes cantando a "Dios le pido". En la parte derecha del blog hay una encuesta sobre su opinión sobre el concierto vote.


Protestas en el Tibet

Tuve la oportunidad de viajar al Tibet y de conocer Lhasa y el palacio Potala sede política - religiosa del entonces Dalai - Lama expulsado en 1950 con la invasión por parte de China de esta República hasta esa fecha independiente. La visita la realicé en la primavera del 2002 cuando cumplí 30 años; el viaje no fue fácil porque lo hice desde la China, queda más fácil llegar al Tibet desde Nepal, ya que en Goldmud, la ciudad frontera entre las provincias chinas y las tibetanas las autoridades chinas me impidieron entrar. Sin embargo, utilizando la malicia indígena colombiana, pude pactar con un chino musulmán entrar de colado en uno de los buses y llegar a la plataforma del Himalaya después de casi 24 horas de recorrido. El viaje ha sido una de mis principales aventuras y experiencias; los paisajes secos de la plataforma del Himalaya, los yaks pastando en las laderas, las viviendas blancas de los tibetanos con sus banderines de colores que se agitan con el viento y la llegada a Lhasa, una ciudad detenida en el tiempo, con el imponente palacio Potala en el fondo. Lo que percibí sin embargo, era una situación de dominación por parte de los chinos - racialmente diferentes - hacia los tibetanos, más altos, más morenos etc. La plataforma del Tibet es un sitio estrátegico para los chinos debido a que gran parte de los ríos nacen allí, conocer por ejemplo la parte norte de la China, empobrecida y desértica, a pesar de que existen algunos ríos como el Amarillo, no es lo mismo que conocer la parte sur de la China, por ejemplo en la provincia de Sichuan, capital Chengdu, llena de plantaciones de arroz y de otros productos agrícolas que se pueden producir a partir de la abundancia de agua que viene de las montañas del Himalaya, afluente por ejemplo del río Yang - Se. Estuve en Lhasa cuatro días, la ciudad esta a 3.650 metros sobre el nivel del mar y al principio le da uno soroche estar allí. En la ciudad en un día se pueden experimentar las cuatro estaciones, ya que por la noche hace un invierno gélido, sobre las 9:00 hasta las 12:00 el clima es primaveral y agradable, al mediodía hace un calor infernal y picante, propio de los lugares de gran altitud, y sobre las cuatro comienza la parte otoñal del día en donde ya se tienen que buscar los suéteres y las chaquetas para guarecerse del viento y el frío. Aparte del Palacio Potala, que es grandioso, existen varios templos budistas en donde confluyen con asiduidad los tibetanos y en donde pueden conservar su cultura religiosa. Los mercados también son curiosos porque se puede conseguir todos los productos que vienen del yak, desde el queso, la mantequilla y la carne, hasta especies de varios colores y olores que hacen del mercado algo sin igual. En el Tibet no se puede viajar si se es extranjero, no se puede tomar por ejemplo un bus local para ir a una ciudad intermedia, y la única posibilidad que existe es alquilar un cuatro por cuatro y viajar en grupos organizados de turistas, por ejemplo al campo base del Everest a 5.200 metros de altura. El control sobre el área de parte de China se evidencia en la gran cantidad de ejército y de bases militares que se pueden ver por ejemplo alrededor del aeropuerto, estos son algunos recuerdos de este viaje... Les cuento ahora mis recuerdos sobre el Tíbet, ya que desde el viernes pasado se vienen presentando una serie de protestas de parte de los monjes y los habitantes de Lhasa y otras provincias en contra de la dominación china, circunstancia que no se presentaba desde 1959. Se habla ya de una cifra indeterminada de muertos que ronda las cien personas. El Dhalai Lama en su exilio en Dharamsala en la India llama la atención de todos los países para que no se cometa una masacre en el Tibet, aunque ya evidencia que se esta presentando un "genocidio cultural" desde hace algunos años. Las protestas se presentan según los analistas, por la cercanía de los Juegos Olímpicos de Pekín, una gran vitrina internacional para evidenciar las aporías y dificultades de un país que como la China combina el progreso económico con represión y dominación. Los tibetanos afirman que se encuentran invadidos desde hace cincuenta y ocho años, que su cultura ha sido destruida con la expulsión de sus líderes religiosos y con un control férreo sobre sus templos y sacerdotes, que se han hecho políticas de dominación por parte del gobierno, incentivando la emigración de la etnia Han en el Tibet y con una política de control a través de la educación. Las protestas antes o después de Juegos Olímpicos no son extrañas en la historia, por ejemplo en las Olímpiadas de México 68 en el gobierno del "Chango" Gustavo Díaz Ordaz, se presentarón con posterioridad a la celebración de éstas - el 2 de octubre - una masacre de estudiantes en la Plaza de las tres culturas de Tlatelolco . Las circunstancias eran parecidas, México contaba con una economía exitosa que quería evidenciar ante el mundo con el escaparate olímpico. Sin embargo, no pudo ocultar sus miserias pocos meses después con "la matanza de Tlatelolco". China no debe repetir estos hechos ad portas de las Olimpiadas. Sin embargo, el mundo debe estar preparado para afrontar desde ahora las denuncias que se hacen de un país y un régimen que a pesar de ser el más exitoso de la globalización, cuenta con elementos de una sociedad represiva que se evidencia con circunstancias como la violación reiterada de los derechos humanos y la dominación y represión de ciertas culturas y pueblos como los tibetanos. Ahora pensarán los chinos que era mejor no hacer los juegos para que no se evidenciarán sus molestias internas, pero se hace necesario que se de el debate ante la comunidad internacional que ha jugado a dos bandas aprovechando las posibilidades económicas de la China - mano de obra barata y gran mercado - y haciéndoos el de la vista gorda ante un régimen represivo que ya no se puede ocultar. El problema será cómo se afrontará este debate, seguirá la China con el mismo modelo o indefectiblemente tendrá que transformarse ante las protestas que se hacen cada días más visibles. Por ahora el foco - spot light - esta allí y durará hasta los juegos olímpicos, el problema será determinar si una vez apagada la luz, la política interna de la China seguirá como antes, con la aceptación de los demás países que no intervendrán en los asuntos chinos por el miedo a que se afecten sus intereses económicos, o que en definitiva algo tendrá que cambiar si la China pretende pertenecer al "primer mundo desarrollado".
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