Me encuentro en Lima desde el sábado. La ciudad que parece encapotada todo el tiempo tiene un microclima, especialmente en Miraflores, en donde no se ve el sol. Melville la calificó de la ciudad fantasma por su cielo nublado, por la niebla y por la garua, la lluviecita que no se nota y que mantiene el verde de los parques.
El tema nacional es la masacre de Bagua, se acusa a los indígenas de homicidas y se muestran las imagenes de los policías asesinados. Se habla de desinformación y de complicidad con algunas ONG´s. Jaime Bayly entrevistaba ayer a uno de los líderes nativos y le hacía bromas, a su estilo, sobre sus plumas, su lengua y sobre la posible politización del movimiento. La Universidad Católica sacaba ayer en el Comercio, el periódico más importante del Perú, un aviso de media página, en donde convocaba al diálogo y la reconciliación. El tema de los asesinatos de los policías parece incomprensible. La muerte de los indígenas, 10 hasta ahora, parece también poco, si se habla en términos matemáticos, comparándolos con los 22 policias muertos a machete, hacha y lanza. El problema de la explotación de la amazonía y el marco legal para llevarlo a cabo es un tema que no se discutióy la violencia parece que fue la respuesta de los indígenas al no tener ninguna representación y consulta en estas decisiones.
Esta mañana tembló levemente en Lima, sucede con cierta frecuenciaf. Me espera la conferencia sobre el derecho penal en países en situación de pobreza el jueves 18 en el Centro Cultural de la Universidad Católica, a partir de las 5:00 pm. Hoy voy a la Católica a conocer con mi amigo Heber Joel Campos.