
Los Tribunales Penales Internacionales
empezarón a actuar con la finalización de la Segunda Guerra Mundial en donde se
desarrollaron juicios en
Nüremberg y
Tokio para juzgar y condenar a los dirigentes, militares, jueces y miembros del partido que habían dado lugar a genocidios, masacres y muertes masivas especialmente después de conocerse lo sucedido en los
campos de concentración, fábricas de eliminación masiva de personas como
judíos, gitanos, comunistas y disidentes políticos con la utilización de cámaras de gases y hornos crematorios conocida como la
"solución final" de
Hitler.
Auschwitz,
Dachau,
Buchenwald fueron la prueba evidente de los de los delitos de genocidio y de "lesa humanidad" o delitos contra la humanidad, que eran conductas que contaban con un aparato militar y político para eliminar una raza entera como los judíos. La experiencia de los tribunales penales internacionales,
fueron criticados en su época y se presentaron
polémicas que aún se estudian en las facultades de derecho sobre si se puede juzgar a subalternos que reciben órdenes o aplican derecho vigente como militares y jueces. La respuesta fue que sí, utilizando la fórmula del jurista
Gustav Radbruch, que consiste que "el derecho positivo, vigente y válido siempre debe primar a menos que sea excesiva o extremadamente injusto", en este segundo caso sería un no derecho y no se debería aplicar. Recientemente en casos muy puntuales como el de
Ruanda y la
ex -
Yugoslavía se han conformado tribunales "
ad - hoc" que investigan y juzgan a dirigentes políticos como presidentes, jefes de estado y militares que dieron las órdenes o ejecutaron las acciones para eliminar una raza o etnia como
los tutsis en Ruanda, o los bosnios y musulmanes en la
ex -
Yugoslavia. Estos tribunales juzgan y condenan a personas, no estados, y han tenido relativa eficacia ya que algunas veces se les acusa de que sus órdenes y sentencias no se pueden aplicar. Por ejemplo el presidente serbio
Milosevic murió antes de ser condenado, o algunos países como Rusia critican los fallos de los tribunales
ad - hoc como
politizados y
parcializados, por ejemplo en el caso de la reciente absolución de
Naser Oric, un militar musulmán bosnio acusado de masacrar
serbios en su región (
Aquí puede ver la crítica de
Rusia a esta sentencia). La
Corte Penal Internacional creada con
el Estatuto de Roma de 2002 establece la posibilidad de que cualquier persona de un Estado miembro del Estatuto pueda ser juzgada
penalmente por los delitos de genocidio, crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad. La
CPI es la primera forma de creación de un derecho global - a pesar de que países importantes como Estados Unidos no lo hayan firmado todavía - ya que sus resoluciones se pueden aplicar directamente a las personas de los países que hubieran firmado el Estatuto. La CPI ya ha iniciado investigaciones contra algunos violadores de derechos humanos en
Républica Democrática del Congo,
Uganda,
Liberia y
Sudán. En
Sudán,
hoy es noticia que el Fiscal del Tribunal Penal Internacional, Luis Moreno
Ocampo, ha solicitado la detención del presidente en ejercicio
Omar Hassan Ahmad Al Bashir por crímenes de guerra y delitos contra la humanidad, por los hechos ocurridos en
Darfur en donde más de 300.000 personas han muerto desde el 2003.
Bashir es el tercer presidente en ejercicio en ser investigado por una Corte Internacional después de
Slodovan Milosevic (
Ex -
Yugoslavia) y Charles
Taylor (
Liberia). A Al
Bashir se le acusa de haber ordenado el asesinato de miembros de las etnias
Fur,
Masalit y
Zaghawa, ya que: "l
as fuerzas y agentes bajo el control de Bashir habrían matado al menos a 35.000 civiles de golpe, y causaron la "muerte lenta" de 80.000 a 265.000 personas, que fueron desplazados de sus hogares por los combates" (Agencia
Reuters). Aunque no se sabe de que manera se va hacer efectiva la orden de captura y la detención, la Corte esta ejerciendo sus funciones para detener las atrocidades cometidas en
Darfur. Ya se presentan disturbios en
Sudán por la sentencia en donde los partidarios de Al
Bashir pretenden desconocer la orden. L
a Unión Africana se encuentra también preocupada por las repercusiones del fallo. Veremos de que manera se desarrollan los acontecimientos después de esta orden y si se hará necesaria una "guerra humanitaria" como la de la
ex -
Yugoslavia en 1999.
Sudán es uno de los grandes exportadores de
petróleo en el mundo y el poder ejecutar esta orden de detención se constituye en una gran prueba sobre la efectividad de la protección de los derechos humanos a través de las Cortes internacionales en el mundo.