miércoles, 9 de abril de 2008

Paso de la llama Olímpica por París

Aquí una noticia de mi amiga Adriana Cely, nuestra corresponsal en París, sobre sus impresiones del paso de la llama Olímpica por esa ciudad...

En pleno movimiento pro y anti chino con ocasión del tránsito de la llama olímpica por Londres, París y ahora San Francisco, el tema de derechos humanos ha entrado a los hogares de los tele-espectadores. Hemos visto el lunes 7 de abril, no sin una sensación de ridículo ajeno, a los chinos en sudadera azul y gafas oscuras defendiendo a capa y espada ese símbolo de unidad y tregua entre los pueblos, llevándola en bus y no a fuerza de hombre, sembrando el desconcierto entre los atletas facultados a transportarla y entre los mismos organizadores del recorrido, para evitar que los defensores de los derechos humanos, estudiantes, simpatizantes de Reporteros sin Fronteras, políticos o simples ciudadanos, pudieran alcanzarla con sus extintores.

Unos 3000 policías encuadraban el cortejo a pie, caballo, moto, patines, automóvil, barco y helicóptero. Vestidos de Robocop, los que corrían al lado del bus para evitar las intrusiones de los espectadores eran los más fatigados, y contrastaban con la quietud de los atletas que no pudieron moverse ni un milímetro del recorrido previsto.

Quiérase o no, los derechos humanos han sido los protagonistas de ese rito olímpico, y la solidaridad con el pueblo tibetano se ha despertado entre quienes estaban alejados no solo geográfica o culturalmente, sino por mera indiferencia. Y la pregunta que se hacen desde políticos o periodistas hasta simples televidentes: ¿boicot o no boicot?