Los blogs como herramienta de difusión del conocimiento
El mundo académico –y, en particular el del Derecho– está asistiendo al comienzo de una verdadera revolución, facilitada por el surgimiento de
El planteamiento es de Lawrence Solum, profesor de derecho de
El profesor visitante es egresado de Harvard University en 1984 y fue editor de la prestigiosa revista Harvard Law Review. Trabaja las áreas de derecho constitucional, filosofía del derecho y teoría del derecho. Dentro de sus escritos se encuentran Virtue Jurisprudence y un artículo publicado el año pasado en
En la siguiente entrevista Solum explica sus ideas en torno de la revolución que comienza para la academia jurídica en virtud del surgimiento de
Pregunta: Usted ha dicho en sus conferencias que
Respuesta: Ciertamente estos nuevos medios están transformando no sólo la academia en jurisprudencia sino toda la academia.
La primera implicación se relaciona con que los blogs permiten crear “formas académicas cortas”. Los artículos tradicionales y los documentos relacionados con Derecho tradicionalmente han tenido cientos de páginas, casi siempre un libro corto. En el blog se tiene la oportunidad de explorar una idea al mismo tiempo, con la colaboración de corresponsales inmediatos que actúan mediante comentarios, acotaciones o respuestas. Es decir: hay un diálogo inmediato con participantes que tienen muchas horas de lectura e investigación.
No se trata de reemplazar las “formas extensas”, sino de ofrecer un complemento. Esto es importante porque frecuentemente en el mundo académico del derecho un artículo tiene el background del tema, referencias, complementos y muchos elementos. Pero por lo general la idea realmente nueva abarca 3 o 4 párrafos que se pueden identificar más fácil en el blog. La clave de todo esto es un proceso de economía del conocimiento.
Los costos de transmisión del conocimiento son otro de los puntos de marcan un cambio: sin duda la transmisión mediante blogs es mucho más barata. Por el otro lado, está el asunto de la intermediación del conocimiento: la existencia de intermediarios que actúan dentro de las publicaciones académicas tiene diferentes clases de incidencia y la primera tiene que ver con el tiempo. Desde que un autor presenta su artículo académico hasta el momento en que éste aparece publicado, pasan normalmente dos años dedicados a los procesos de revisión, edición e impresión de las revistas.
La publicación de los artículos en internet elimina esa demora y uno puede esperar una retroalimentación al día siguiente de poner el escrito. Es posible, incluso, comentar un borrador de un artículo con interlocutores de todo el mundo. La red de investigadores de ciencias sociales de Estados Unidos, SSRN.com, se ha visto impulsada e influenciada positivamente por los blogs. Definitivamente el conocimiento fluye mucho más rápido.
P. ¿Cuál será la suerte, entonces, de los editores de las revistas Académicas?
R. Sin duda los editores de las revistas desempeñan un papel importante en la selección de los artículos y en la definición de los contenidos novedosos, pero los editores no son dioses y de por medio está su subjetividad. Lo que ocurre con frecuencia es que nuevas ideas importantes son ignoradas o eliminadas por los editores. Entretanto, Internet y los blogs permiten el flujo de ideas, de todas las ideas, de inmediato.
P. ¿Se podría hablar de una democratización de la información académica?
R. Absolutamente. Otro aspecto positivo es el de globalización de la academia por medio de Internet y los blogs. La diseminación del conocimiento alrededor del mundo es muy costosa si se utilizan los medios tradicionales como libros y revistas.
Mi universidad, la de Illinois, tiene la tercera biblioteca jurídica más grande de los Estados Unidos, después de Harvard y Yale. Pero otras instituciones, en Estados Unidos y en el mundo, no pueden costear eso. Por ejemplo, el acceso a bases de datos especializadas tiene costos muy altos. Los blogs y
El otro punto muy importante es el acceso abierto a los documentos académicos. La forma tradicional es el Copyright: alguien, el autor, la editorial o la universidad, poseen los derechos de autor sobre los documentos y cobran por su acceso, lo que eleva de manera considerable los costos del conocimiento. En mi opinión, cualquier suma, a partir de unos pocos centavos, es mucho. Muchas universidades cobran, por ejemplo, 5 dólares para bajar un artículo. Ese costo es inalcanzable para la mayoría.
Internet nos ha dado una lección sobre cómo debe manejarse la propiedad intelectual en el ámbito académico. Por ejemplo, los miembros de la facultad de Derecho de Harvard el año pasado aprobaron una disposición según la cual quien publique artículos en medios impresos, debe permitir su inclusión en Internet, con acceso abierto. Y esta práctica se está diseminando en las principales universidades norteamericanas y en entidades como el Instituto Nacional de Salud. Como es obvio, se podrán establecer reglas y condiciones, por ejemplo que la revista impresa tenga el derecho por un tiempo determinado.
En síntesis, asistimos al final de un mundo en el que sólo una clase privilegiada tenía acceso al conocimiento, que estaba reservado a aquellos que, con suerte, podían ingresar a los grandes centros académicos. Hoy, se está creando un poderoso mercado de las ideas.
P. Pero, con todas estas transformaciones, ¿no se pone en riesgo la profundidad del conocimiento?
Si. Absolutamente. No estoy diciendo que toda la academia deba trasladarse a los blogs. Los blogs son solo herramientas, medios, que cumplen una función complementaria. Por otra parte, está por verse el impacto de una transformación de la que hemos visto sólo una pequeña parte.
Entrevista realizada por: Juana Salamanca Uribe (Bogotá, junio 12 de 2008)