No les había contado de la conferencia inaugural de la Maestría en Historia realizada por el profesor de Oxford Felipe Férnandez Arnesto el pasado viernes en los Andes. Fernández es como se demuestra en la anécdota, de un cruce de calle indebido y luego arresto en Atlanta , un personaje de gran talla intelectual pero provisto de un gran humor. Su atuendo ultramontano con reloj del ferrocarril de Antioquía en el bolsillo y con un vaso de agua en la mano como si estuviera hablando en un club de caza escocés al calor de un trago de whisky, será recordado por todos los asistentes. Férnandez Arnesto nos habló del cambio y la transformación que ha sido tratado desde los griegos por Parménides que decía que las sociedades en sus elementos más importantes son estables y Heráclito que consideraba que el Kosmos siempre evoluciona y esta en constante transformación. Para el profesor inglés nos encontramos hace algunos años y por efectos de la mundialización en una época de intensificación de los intercambios y se tiende a transformar el mundo más rápidamente desde el punto de vista cultural, económico, político etc. Férnandez consideraba impensable que un fenómeno de "dolor e histeria colectiva" ante la muerte de la Princesa de Gales en 1998 produjera tal conmoción en el pueblo inglés que era catalogado como prudente, flemático y poco dado a las expresiones. Esta sería una transformación cultural, así como el cambio climático o las transformaciones políticas de las últimas décadas... Férnandez nos contó lo que eran las "chimps tea party", una costumbre que se daba en los años cincuenta en el zoológico de Londres a las 4:30 p.m. en donde se les daba a los chimpancés el té con pasteles y viandas, para que el público se divirtiera viendo como los monos se regaban la leche, el té y se tiraban las tartas. Con esto se quería ejemplificar también, que nosotros los hombres no somos bestias y tenemos cultura. Hoy tal práctica detestable sería consideraba como una violación a los derechos y dignidad de los animales ironizó Férnandez. La anécdota de Férnandez sobre "el té de los monos" se dirigió a mostrarnos que el concepto que tenemos de los animales hoy en dia ha venido cambiando. Los primatólogos se han dado cuenta de que los monos también tienen cultura a partir de investigaciones que se dieron en un primer lugar con el estudio de una macaco japonesa de nombre Imo, que enseñó a su manada a lavar las patatas en el mar antes de comerlas y así limpiarlas de la arena. También con los estudios de Jane Goodall en Tanzania se supo que un chimpancé débil y listo puede dominar un clan e imponerse al macho Alpha. El cambio y el progreso del hombre se dio por la capacidad de prever y de imaginar al cazar, del mismo modo se constata que ya los chimpancés con la cultura que han adquirido y transmitido pueden imaginar y prever a partir de la cacería. Férnandez explica que las transformaciones y los cambios se están haciendo cada vez más intensos y esto produce una homogenización del mundo ya que el intercambio se estanca cuando ya no hay nada más que intercambiar. Jared Diadmond explicaba que las sociedades que no intercambian se tienden a aislar, por ejemplo en Nueva Guinea en donde la agricultura se hacía como hace 10.000 años por su insularidad. La conclusión de Férnandez en su conferencia fue irónica pero en todo caso no descartable: ya que los monos están evolucionando y ya pueden prever e imaginar, y ya que el hombre a partir del aislamiento ante la homogenización de la cultura se estancará, no será raro imaginar que en unos 2.000 años los monos sean los que pongan a los hombres a tomar el té en los zoológicos para divertirse... No estará lejos por tanto "el planeta de los simios" de la novela de Pierre Boulle.