Intimidación cibernética
Ilustración: Alberto Barreto
Lori Drew, la mujer de 49 años que utilizó la red social MySpace en 2006 para acosar a una adolescente y llevarla al suicidio, se salvó de pasar los próximos 20 años recluida en una cárcel federal de los Estados Unidos, pero tristemente será recordada como la primera persona en ser condenada por intimidación cibernética, un nuevo delito que podría cambiar la forma en que actúan muchos de los usuarios de Internet hoy día.
Durante el juicio, llevado a cabo en Los Ángeles (California) hace una semana, el fiscal nacional Thomas P. O'Brien intentó demostrar que Drew había inducido el suicidio de la adolescente Megan Meier, al crear un personaje falso y acosarla psicológicamente a través de MySpace. Las pruebas presentadas demostraron que Drew, su hija Sarah y la joven de 18 años Ashley Grills crearon la atractiva figura de 'Josh Evans' en esta red social para comunicarse con Megan Meier.
Esta adolescente de 13 años, con una historia de depresión e impulsos suicidas, había discutido días antes con Sarah, por lo que ella y las otras dos personas se habrían confabulado para vengarse de la joven a través de la Red.
'Josh', que supuestamente tenía 16 años, primero coqueteó con Megan, pero luego interrumpió abruptamente la relación virtual. En su último mensaje le dijo que el mundo sería un "mejor lugar sin ella". El mismo día, la adolescente se ahorcó en su habitación.
Según el diario The New York Times, el jurado rechazó la afirmación de que la enjuiciada Lori Drew había intentado causar daño a Megan, pero la hallaron culpable de haber transgredido leyes federales. Específicamente, el jurado la encontró culpable de haber accedido a un computador sin autorización en tres ocasiones, una referencia a las tres veces que Drew se conectó a MySpace bajo el falso nombre de 'Josh Evans'.
Términos y condiciones
En resumen, Drew enfrenta una pena hasta de tres años de cárcel y 300.000 dólares en multas por no leer la letra menuda e irrespetar los términos y condiciones que tiene MySpace (y casi todo servicio en Internet) "donde se prohíbe expresamente la suplantación y no se tolera ninguna clase de intimidación y acoso a través de la Red", según comunicado expedido por MySpace.
Según los especialistas, el caso servirá como ejemplo para los millones de usuarios de la Red en todo el mundo que pasan por alto la lectura de los términos y condiciones de las páginas web.
De paso, ha servido para que expertos legales expresen que la Ley Federal de Fraude y Abuso Informático, aprobada en Estados Unidos en 1986 y enmendada varias veces, debería ampliarse con el avance tecnológico y el crecimiento de las redes de socialización en Internet.
Otros especialistas en fraude informático dijeron, sin embargo, que el veredicto les parecía escalofriante, pues podría constituir un paso a la censura o por lo menos a las restricciones en el libre uso de Internet.
De cualquier manera, queda claro que en adelante más de uno lo deberá pensar dos veces antes de suplantar, querer hacer una broma o simplemente mentir en la Red. Y es que si bien son actos virtuales, las consecuencias pueden ser más que lamentables en el mundo real.
RESPONSABILIDAD EN INTERNET
Internet es una red global y de libre uso. Sin embargo, exige seguir ciertas reglas para evitar sorpresas desagradables, especialmente cuando es usada por menores. Por eso es fundamental:
- Leer las normas, condiciones o requisitos de uso de los sitios, y aceptarlas solo si está dispuesto a cumplirlas o respetarlas.
- No mentir sobre la edad para registrarse o entrar en un sitio. En Facebook, por ejemplo, se recomienda para mayores de 13 años y hay sitios que contienen material para adultos inapropiado para menores de 18 años. Es responsabilidad de los padres que los hijos no entren a esta clase de sitios cuando son menores.
- Cuando se trate de sitios de socialización (como chat o redes sociales), se recomienda la supervisión de los padres: que por lo menos sepan con quién se están comunicando sus hijos.
- Hay que dudar de todo lo que está en Internet y tomar las precauciones debidas. Por ejemplo, no acudir a un encuentro tan pronto se conoce a alguien por Internet, tratar de comprobar la identidad de la otra persona, ir acompañado a esos encuentros y tratar de establecer direcciones o teléfonos reales antes de creer en todo lo que se dice en la Red.
- Como en la vida real, analizar las consecuencias de los actos antes de hacerlos. Tener en cuenta que una broma, por sencilla que parezca, puede tener un desenlace fatal.