Por : MARIANA JARAMILLO FONSECA*
En los últimos tiempos en Colombia la participación de la sociedad en los asuntos políticos ha cambiado. La sociedad colombiana ha pasado de ser un observador pasivo y criticón a tomar acciones concretas aunque con pocos resultados. Se sabe que no es fácil lograr resultados desde la sociedad civil pero de forma gradual se ha ido viendo como la organización de la sociedad logra ser visible cuando antes era una masa desordenada.
En estos tiempos de globalización en donde gracias a internet la unión parece tan sencilla, no lo es en realidad. Organizar la sociedad civil ya no es parte de un solo estado. Las fronteras geográficas que antes lo impedían todo, ahora están borradas y las causas por las que se lucha son trasnacionales y agrupan a gente de todos los lugares y con todas las filiaciones políticas y religiosas posibles. Con el paso del tiempo, la misma sociedad civil ha entendido que tiene poder y que debe usarlo, ojalá para buenas causas. Por ello las organizaciones ciudadanas cada día crecen más y defienden muchas causas unas locales (dentro de una ciudad o un barrio) y otras globales (la escasez de alimentos, el cambio climático, la discriminación, la pobreza etc).
La organización de la sociedad civil ahora corre por cuenta de los medios de comunicación y de las redes que facilitan formar las TIC (Tecnologías de
Aunque en Colombia aún no hay una estructura civil clara, creo que se han dado pasos importantes que no pueden quedarse ahí solamente. El trabajo que sigue no es fácil y tampoco se puede echar en saco roto lo que se viene haciendo desde el movimiento de las Séptima Papeleta en los 90 hasta las marchas de este año:
Considero que el poder de la sociedad civil es inmenso y que no se trata solo de marchas o manifestaciones sino de una intervención más profunda que además de tocar la incipiente conciencia política colombiana, trate de lograr objetivos a largo plazo que transformen la política a favor de la ciudadanía y sus intereses. Esto será posible mientras: las TIC se masifiquen, los medios de comunicación dejen de subestimar estas manifestaciones, y sus gestores entiendan el poder que tienen y actúen a largo plazo por objetivos que vayan más allá de la convocatoria.
* PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO - COLUMNISTA DEL PERIÓDICO "EL NUEVO DÍA - IBAGUÉ"