Estuvimos caminando por el campus de la Universidad Católica en San Miguel, ya una universidad con más de noventa años. Para entrar a la universidad es un rollo porque la entrada es restringida a los estudiantes. Afortunadamente Heber me pudo entrar como invitado e hicimos una visita por el campus. Me llamo la atención unos venados que pastaban en medio del verde césped de la Universidad. Heber me contó que se habían escapado del zoológico cercano y que eran una especie de exiliados políticos de la uni y que vivían bien. La Católica, Pontificia Universidad Católica del Perú, es una de las tres de mayor tradición junto con la San Marcos, la pública y la de Lima, privada.
El campus, la biblioteca y los despachos de los profes, así como los salones se caracterizan sobretodo por su limpieza y orden, ni un papel en el suelo y todo muy tranquilo. En la facultad de derecho conocí a Gorki Gónzales, profesor de filosofía del derecho que hizo su doctorado en Pisa con Pizzoruso quien me contó cómo daba sus clases y que proyectos editoriales tenía, luego seguimos caminando hasta la librería, como mi tema para el jueves será sobre dereho penal afortunadamente me encontré algunos libros de Alberto Bovino que se venden aquí bastante caros. Compre Justicia Penal y derechos humanos de Bovino con la colaboración de Christian
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Me alegro ver a Bovino en las estanterías y con Heber nos acordamos de nuestro amigo bloguero argentino de sus locuras y buena onda y de la buena labor de ediciones El puerto. Me despido de Heber y tomo un taxi hacia San Isidro a una librería que me recomendó mi amigo peruano... El Virrey... realmente buena... veo novedades literarias, la tradición peruana de la poesía, algunas novedades de Alfaguara de Santiago Rocangliolo y el libro de Iván Thays que pocos peruanos todavía conocen... también de Jorge Eduardo Benavides... sigo mi marcha, empieza a hacer algo de sol...