Por el centro de Lima


Foto tomada del Blog de Pabsala "Tildes Omitidas"

Ayer seguí mi plan turístico, antes del evento programado por la Católica, y me fuí a la Plaza de armas, el corazón de la capital del Perú. Nos fuimos por la vía rápida en el taxi, pero en el centro nos topamos con una manifestación aprista que marchaba por la paz. Niños, mujeres, adultos mayores, organizaciones barriales, obstaculizaron el tráfico por más de media hora, el chofer del mio estaba desesperado, estaba molesto por haberme dicho que me llevaba hasta el centro y no haber previsto la protesta, en un momento decidió echarseles encima a los de la marcha y no tan pacificamente pasar de largo...

Una vez en Plaza de armas tome algunas fotos, el sol había salido y había que aprovechar. Había estado en Lima hacía cinco años, pero esta vez encontraba todo mejor, las calles más limpias, menos congestión y desorden. También note que el palacio de gobierno ya no tenía la bandera inca, de los colores del arco iris que flameaba en tiempos de Toledo, sino la blanca y rojo. Camine un rato tomando fotos y luego almorcé el tradicional ají de gallina. Luego estuve caminando cerca de allí apreciando los balcones de madera y las casonas de colores, hermosas, aunque falta restauración. Estuve en la Iglesia de Santodomingo, por detrás del Palacio de gobierno en donde se aprecia el cerro de San Cristobal y el barrio de Acho con la plaza de toros más antigua de América, la publicidad del gobierno de Lima dice que esta zona esta siendo recuperada y renovada, luego la estación de trenes de los Desamparados, el bar Cordano, la Iglesia de San Francisco, la Casa Pilatos, sede del Tribunal Constitucional, el Congreso y el Museo de la Inquisición.

En la Casa Pilatos, dije que era profesor de derecho constitucional, y que buscaba a César Landa, magistrado que también había estudiado en España con Pedro de Vega, me dijeron que el Doctor Landa no estaba, pero me dejaron pasar y me llamaron a un guía ocasional, quien me mostró la casa donde funciona el Tribunal constitucional del Perú. Una casona colonial con dos zaguanes y patio sevillano con una historia novelesca referida por Ricardo Palma en el siglo XVII con inquisición incluida. Me llamo la atención, subiendo al segundo piso, una sentencia que tienen guardada en una urna de cristal en donde tres jueces de la Corte en tiempos de Fujimori disienten sobre la posibilidad de que se pueda reelegir por una tercera vez. Los magistrados fueron destituidos por este hecho, pero una vez acabó el régimen de Fujimori fueron restituidos en sus cargos por orden de la Corte Interamericana. Tengo que investigar más sobre el asunto pero me pareció emblemático que este tipo de fallos sean considerados como heróicos y dignos de mostrar. Finalmente vi la sala de sesiones donde se falla la constitucionalidad de las leyes, una sala de audiencias de tipo colonial en donde pueden escucharse a las dos partes interesadas, la que defiende la constitucionalidad y la que la impugnan. La Casa tiene un cristo de madera con rasgos indígenas que según el guía algunos funcionarios del Tribunal le guardan devoción y que remite a la leyenda que da origen al nombre de la Casa.

Para leer más sobre la historia de la Casa Pilatos ver el Blog de Pabsalas aquí
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