viernes, 11 de julio de 2008

Columna de Mariana Jaramillo

!BIEN POR LA LIBERACIÓN!


Por: Mariana Jaramillo Fonseca*

Sin duda, son hechos sin precedentes los sucesos de la última semana: la liberación de Ingrid y los secuestrados, la visita de McCain, la operación del Ejército y el show de los medios.
La exitosa operación militar que trajo de vuelta a un grupo de secuestrados, porque hay que recordar que aún quedan muchos en cautiverio, ha cambiado notablemente el panorama político de estos días. Sin duda, Uribe aumentó su popularidad lo que lo pone cada vez más cerca de reelegirse aunque no nos guste. También es claro que el Ejército está fortalecido moralmente por su logro y las FARC más menguadas que nunca. Con respecto a este último punto, debo decir que las FARC deberían aprovechar esta coyuntura para hincar un proceso de negociación en el que se incluya la liberación de todos los secuestrados. Esa sería la salida más lógica, pero las FARC en su intransigencia y heridas en su moral, no van a aceptar llegar a una mesa de diálogos pues se sentirían casi en estado de rendición.

Me parece absurdo que las FARC no vean las ventajas internacionales de acceder a un proceso de paz pues eso daría muestras claras de su buena voluntad política. Pero lo cierto es que esto no va a suceder y el ejército con la moral en las nubes puede seguir logrando menguar las fuerzas guerrilleras.
Debo decir que esta liberación me pone muy feliz, pero también muy triste. Pues con Íngrid libre, que fue quien se convirtió en símbolo mundial, me da la sensación de que los otros secuestrados tienen menos esperanzas de salir libres. Espero que no sea así y que Íngrid y los otros liberados trabajen en hacer que todos lo privados de la libertad puedan volver a sus casas. Confieso que me parece sospechoso que justo con la visita del candidato gringo, se haya producido la liberación que reivindica el nombre del Ejército nacional. Es obvio que hubo en la operación colaboración gringa, por lo menos en cuanto a tecnología.
Si hablamos de los medios de comunicación me impresionó la inmediatez con la que se supo todo, el cubrimiento segundo a segundo y obviamente los matices que cada medio le puso a la cuestión. Muchos de una vez dieron por hecho la reelección de Uribe quien sigue reticente a reconocer su ansia desmedida de poder. Otros se centraron en la cuestión afectiva de contactar a los familiares de los liberados, mientras otros se dedicaron a detalles de la operación militar o a desentrañar chismes afectivos. Los medios manipulan, por eso siempre hay que sospechar y ver mas allá, leer con cautela las consecuencias políticas de esta liberación sin olvidar los líos de la parapolítica, el congreso ilegítimo y demás perlitas de don Uribe.
Muchos piensan que Íngrid se va a lanzar a la Presidencia. Yo creo que es un poco apresurado emitir esos juicios, además hay que darle tiempo de que retome su vida y piense con calma que quiere hacer con su vida pública, pues no fácil volver después de seis años en esas condiciones. Si la nombran Nobel de paz, ojalá pues de esa forma queda más que comprometida en buscar por todos los medios la liberación de los otros que quedaron allá jodidos.
Mi llamado en esta columna es a que no nos olvidemos de las otros secuestrados, ni de las cochinadas del gobierno Uribe para no perder la lucidez y que el júbilo de la libertad no nos ciegue.

(*) Psicóloga Pontificia Universidad Javeriana
Magister Literatura Hispanoamericana Instituto Caro y Cuervo